Aquel día en la casa de Sara la vida transitaba entre lo trágico y lo ridículo. En la mesa del desayuno la acompañan Juan Diego, su esposo, y su hijo Andrés. Ellos le han oído la premonición durante mucho tiempo pero nunca imaginaron llegar al extremo de hoy, porque Sara se despedía con la convicción sólida de que mañana no amanecería viva, y por ser hoy la víspera de su cumpleaños, ella decidió prepararse para vivir su último día.

 A la mañana siguiente, para su propia sorpresa, Sara abre los ojos y se siente tan viva como en el mejor de sus días. Al pie de la cama se encuentra con la mirada de Juan Diego y Andrés quienes expectantes no durmieron velando el sueño de la posible difunta. Sara se incorporó con una vitalidad que la sorprendió y al darse cuenta de que no tenía un solo rasguño que le indicara que estaba muerta o a punto de fallecer, tiene que encarar la desconcertante realidad de que está viva.

Como regalo de cumpleaños, Sara recibe la noticia de que su hija Catalina y Javier su yerno, la convertirán en abuela, pero para sorpresa de toda la familia, Sara les anuncia que no cuenten con ella para hacerse cargo del cuidado del nieto, y agrega su decisión de divorciarse de Juan Diego para dedicarse, a partir de ahora, a construir el sueño de su vida: Montar una oficina de abogados. ¡Solo que Sara no es abogada!

Este es el comienzo de la historia en la que Sara arranca por hacerse responsable de todo lo dicho y de los hechos que la llevan a vincularse con Claudia y con Myriam, quienes por sus propias razones, acogen el sueño de Sara.

Claudia es una abogada que nunca ha ejercido su profesión y está sufriendo el rompimiento de su matrimonio con Federico a causa del romance que él sostiene con Erika. Claudia debe enfrentarse al mundo laboral y profesional comenzando por defender la custodia de sus hijos.

Por su parte, Myriam, es la empleada del servicio doméstico de Claudia, y en el comienzo de la historia nos enteramos del conflicto que amenaza su matrimonio con Guido por el deseo de Myriam de estudiar una carrera universitaria, así como de los planes que Aurora, hija de Myriam y Guido, les ha estado ocultado a sus padres.

Sara, Claudia y Myriam son las protagonistas de la historia en donde ellas, como gestoras de un centro de conciliación, buscarán soluciones para conflictos de mujeres, de pareja y de familia.