¿Por qué la televisión colombiana es tan inestable en su calidad?. Se especula con razones múltiples. Falta de dinero para la inversión, falta de talento, influencia de la televisión mejxcana y venezolana.
Los más benévolos apuntan sus conjeturas a la pobreza y el apuro con que se hacen las producciones nacionales. Que cómo se va a tener una buena televisión cuando los escritores tienen que producir 20 libretos a la semana o al mes. Que las cantidad de horas que se tienen que producir al día, a dos, tres y hasta cuatro unidades de grabación. Que no hay voluntad política por parte de los canales. Y sumado a lo anterior se puede hacer un rosario de razones de infinitas índoles para concretar el origen de la dolencia.
Soy escritor, el 95 por ciento de mis obras han sido para la televisión de este país. “Azúcar”, “La Alternativa del Escorpión”, “OKTV”, “La Otra Mitad del Sol”, “La Mujer del Presidente”, “La Lectora”, “Pura Sangre”, “Alias el Mejicano”, “Azúcar 2016” y algunas otras que no tienen tanta resonancia o que no son de mi total autoría como “Romeo y Buseta”, acompañando a Pepe Sánchez o “La Posada” acompañando a Consuelo Quiñones o “Dejémonos de Vainas”, acompañando a Bernardo Romero . ¡Debo expresar que en ninguna de estas tareas me pidieron que escribiera mal para que saliera más barato!
Un estudiante de mi escuela me preguntó si el presupuesto no era una herida mortal en la calidad de la escritura. El presupuesto es una variable que una vez conocida es el marco de acción concreto en que se debe desarrollar el proyecto. Eso es todo. Una historia para ser bella no debe costar una cifra determinada. Hay historias de muy bajos costos y pasan a la historia como “La Bruja de Blair” y hay muchas historias de billones que no trascienden ni a su propio tiempo, como “Alexander”.
Lo que empobrece la escritura no es el presupuesto, lo que empobrece a la escritura es la pobreza del autor, ya sea pobreza mental o pobreza de carácter para defender su obra.
Suele suceder que el productor ambiciosos quiere llevar a la pantalla la gesta libertadora de América pero no tiene para viajes, para exteriores ni para caballos. ¡De qué te vas a quejar escritor que decides aceptar esa tarea a sabiendas de que no la puedes contar!
La escritura para televisión se postra cuando el autor está postrado.